lunes, 27 de junio de 2016

La iglesia deplorable

La iglesia deplorable

La Iglesia de Laodicea Apocalipsis 3: 14-22
En la obra “El sobrino del mago” de C.S. Lewis se describe los inicios de Narnia. Dígory y Polly son unos niños que usando unos anillos mágicos viajan de mundo en mundo y antes de llegar a Narnia pasan por un mundo tenue, gris, sin vida donde se encuentran  con Jadís la Reina malvada que gobernaba la ciudad de Charm. Sin embargo todo estaba tenue, gris, triste porque Jadis cuando estaba siendo derrotada por su hermana decidió usar la palabra “Deplorable”. Al usar está palabra en un conjuro mágico entonces murió todo lo que estaba vivo y solo quedó ella.
La figura de Narnia me ayuda que lo deplorable termina matando, este era el caso de la Iglesia de Laodicea, una iglesia que estaba en una condición deplorable.
¿Qué significa deplorable? Deplorable se refiere a una condición de algo o alguien que produce pena, disgusto. Es algo o alguien que está lamentable, lastimoso o penoso.

I- ¿Cómo era esta iglesia?
Según lo que nos dice la Palaba de Dios esta iglesia era una iglesia muy prospera, esto sale por las palabas con que se describe así misma esta iglesia. “Porque tú dices: Yo soy rico, y estoy enriquecido, y no tengo necesidad de nada” Vr. 17ª
La ciudad en si era muy rica, tenía tres industrias muy reconocidas en ese tiempo: el préstamo de dinero, lana y medicina (un colirio salubre). Me imagino que algunas personas que tenían algo que ver con estos negocios se congregaban en esta iglesia, a tal grado que esta iglesia decía de si: “no tengo necesidad de nada”. Esta era una iglesia que no necesitaba nada incluyendo  a al Señor, no le necesitaban. Ya el evangelio no era predicado porque no tenían necesidad de ser salvos porque como Dios les había enriquecido entonces creían que estaban bien con Dios.
Al dejar de predicar el evangelio esta iglesia tenía entre sus asistentes  gente que decía ser seguidora de Cristo cuando en realidad no eran creyentes. Una iglesia deplorable.
Como veía el Señor a esta iglesia: “no conoces que tú eres un desventurado, y miserable, y pobre, y ciego, y desnudo” Vr. 17 La iglesia se veía rica, pero el Señor la ve deplorable y avergonzada. ¿Cuántas iglesias hay así en nuestros días? Iglesias que tienen muchas riquezas, pero son iglesias que han dejado de creer en Jesús como su Dios y Señor, dejaron de predicar el evangelio porque se han enredado en un culto a si mismas, exaltan sus riquezas, lo esplendido de sus servicios, lo impecable de su alabanza porque cuentan con todos los instrumentos y el culto a su local. El problema de Laodicea es que sus prioridades cambiaron  dejaron de ver al Señor para verse a si mismas.

II- ¿Cómo se presenta el Señor con esta iglesia?
El Señor se presenta de la siguiente forma: “Estas cosas dice el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios” Vr, 14
El Amén, testigo fiel y verdadero hablan de la veracidad de Cristo. Todo lo que dice es firme “amén” y todo lo que dice es verdad”. Las Palabras del Señor ya no constituían una norma de autoridad para esta iglesia, por eso el Señor les recalca tres veces su autoridad. Todo lo que el Señor dice es verdad, lo que les dice es cierto.
Además el Señor se presenta como el que tienen la suprema autoridad en la creación porque el la hizo, su origen (principio) es Cristo. Esto habla de la divinidad del Señor. Jesús tienen la misma naturaleza que el Padre, por eso es el hijo de Dios, dando a entender que clase de naturaleza tiene el en si mismo. Al parecer había dentro del gnosticismo un fuerte cuestionamiento a la divinidad de Jesús y el mismo hace hincapié en defender su autoridad.
Por lo tanto él les muestra su autoridad para corregirlos y lo verdadero de su juicio aun que ellos creen que son una iglesia esplendida y grandiosa. Todo lo que el Señor nos dice en su Palabra es verdadero y todo lo que ha prometido se cumplirá.

III- ¿Qué les señala el Señor a esta iglesia?
Les dice: “Yo conozco tus obras, que ni eres frío, ni caliente. ¡Quisiera que fueses frío o caliente! Mas porque eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca”.
Lo que les señala es su condición, la figura de tibio hace referencia a las aguas que tenían en sus acueductos, las personas extranjeras que llegaban a esta ciudad al tomas las aguas que tenían las terminaban escupiendo. Lo que nos habla de dos cosas:
En primer lugar nos habla de una vana esperanza. Alguien sediento al ver el agua las tomaba esperando saciar su sed, pero terminaba escupiendo por la condición tibia y turbulenta que tenían estas aguas. Quiere decir que esta iglesia había dejado de predicar el evangelio y las personas que llegaban con la idea de saciar su sed espiritual terminaban más sedientas. El Señor hablando de si mismo dijo: “Y Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás” Juan 6:35 Lo que nos habla de satisfacción “no tendrá ni hambre ni sed jamás”
Sin embargo esta iglesia ya no satisfacía las almas que buscaban perdón de pecados como el agua tibia no logra quitar la sed. Una condición deplorable, una iglesia que ha abandonado el evangelio y se ha inmerso en el humanismo.

IV- ¿Qué le recomienda el Señor a esta iglesia?
Le dice lo siguiente: “Yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para que te vistas” Apocalipsis 3:18
Hay dos cosas que el Señor le pide a una iglesia deplorable: Primero le pide que se purifique. Vea la figura del oro. El oro para que sea valioso necesita purificarse, se hace calentando el oro hasta su punto de fusión y aun más para quemas las escorias que trae. Esta iglesia tenia practicas que deben de abandonar, pecados que ya no tienen que verlos como cosa normal. En la actualidad hay iglesias deplorables que han aceptado pecados como cosas normales, divorcio, mentiras, injusticias, homosexualidad. Es hora de ver las cosas como el Señor las mira y como el Señor las llama.
La segunda recomendación tiene que ver con la vestidura blanca. La industria de la lana era muy fuerte en esta ciudad, ellos estaban familiarizados con las vestiduras blancas pero en el contexto el Señor les habla de Santidad. Además de dejar de pecar hay que mantenerse sin pecar.
Esto es algo que la iglesia está perdiendo porque no es nada popular enseñarle a sus miembros que seguir a Cristo requiere vivir asi, porque ahora Él es nuestro dueño y Señor y queremos agradarle en todo.

IV- ¿Qué promete el Señor a esta iglesia decadente?
Esta oportunidad de arrepentimiento para esta iglesia decadente nace del amor de Dios “Yo reprendo y castigo a todos los que amo” Apocalipsis 3:19
Su amor se muestra a pesar de la condición tan mala en esta congregación, sin embargo este amor tiene su límite.
Hay dos cosas que el señor ofrece para alentar a esta iglesia para volver al camino que le agrada a Dios. Primero, promete una relación intima “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.” Apocalipsis 3:20
Dice que cenará con ese que le abra, aquel que acepte su mensaje. Para los judíos el hecho de comer con alguien me habla de intimidad. Solo los mejores amigos eran invitados para compartir los alimentos en una cena. El Señor quiere tener una relación íntima con su iglesia.
Lo segundo es una posición de privilegiada: “Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi trono; así como también yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono”. El hecho de compartir el trono con el Señor nos habla de autoridad. La Palabra misma nos describe como “reyes y sacerdotes”. Su promesa se refiere a gobernar junto con el Señor en su reino, cosa que solo está destinada a los fieles, por eso dice “Buen siervo fiel, en lo poco fuiste fiel en lo mucho te pondré”
¿Existen iglesias deplorables? Claro que si las hay, las que han abandonado el evangelio, las que ahora son tolerantes con el pecado en su seno, pero la misericordia de Dios es grande y les da la oportunidad de arrepentirse y volver a ser agradable a Dios.

“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.” Apocalipsis 3:22

Amen

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