lunes, 15 de mayo de 2017

¿Qué está pasando?

En la década de los ochenta se hizo una encuesta en los Estados Unidos donde mas de sesenta millones de norteamericanos afirmaban tener una relación personal con Jesucristo. A pesar de esto un gran número de estos son ignorantes en el contenido de las escrituras, otro dato revelador es que a pesar de ser una gran cantidad de personas que afirman ser seguidores de Cristo, estos no influyen grandemente en la sociedad. A pesar de que han pasado ya muchos años con respecto a este estudio, la realidad no ha cambiado mucho, la mayoría de los cristianos evangélicos en los Estados Unidos sigue sin conocer el contenido de la Biblia, su mensaje y sus doctrinas a tal grado que son incapaces de defender su fe, y seguimos sin ser una influencia positiva para la sociedad. Si bien esto es para los Estados Unidos, estoy convencido que en los países latinoamericanos no es tan diferente a la sociedad norteamericana.

¿Cuales son los factores que hacen que esto siga así?

I- Una menosprecio a lo que la Biblia es

Hemos perdido la idea de que la Biblia es la Palabra inspirada por Dios. Al perder esta idea la consecuencia principal es que la Biblia deja de tener autoridad absoluta sobre nuestras vida y deja de ser la ultima palabra en para definir criterios para nuestras vidas e iglesias.
Un segundo resultado de menospreciar las Escrituras en que dejamos de dar fruto. Juan en el capítulo 15 nos muestra el llamado a permanecer, Esta solicitud es a permanecer en las palabra del Señor vr. 7 al no permanecer en la Palabra el cristiano pierde su comunión con Dios pero además el cristiano ya no da fruto "el que permanece en mi y yo en él, este lleva mucho fruto" vr. 5
Esta es la razón por la que la iglesia ha dejado de impactar en la sociedad porque ya no permanecemos en la Palabra al menospreciar su autoridad. El mismo Señor al inteceder por sus discípulos declara en Juan 17:17 "Tu palabra es verdad", cosa que la iglesia hoy en día ha olvidado. La Biblia es la verdad absoluta le guste a quien le guste, ella es inspirada por Dios por lo que su autor es Dios mismo.

II- Un enfoque en lo estético y no en la esencia

Hoy en día la iglesia se enfoca en sus locales, en tener la mejor música, en tener efectos de luces y humo para la alabanza, cuando el enfoque debe de ser la Palabra de Dios. Nos gastamos una hora y media en la alabanza para terminar escuchando quince minutos de sermón, y para empeorar las cosas, los pastores hemos dejado de preparar los mensajes en oración y estudio de la escritura porque hemos sido contaminados con con el menosprecio a las escrituras. Esto nos hace caer en sermones estériles y lo peor de todo al no estudiar las escriturar para la preparación del mensaje caemos en el peligro de enseñar doctrinas de hombres y no de Dios. Es impresionante escuchar en las emisoras cristianas de mi país predicaciones enseñando cualquier disparate que un estudio bíblico serio sacara a luz cuanta charada y necedad se está enseñando.
El sacerdote Urías permitió que se colocara en el Templo de Salomón un altar diferente al diseños que Dios estableció por uno que el Rey Acaz de Judá vio en Damasco. En lugar de levantar su voz en contra el Urías se volvió cómplice de semejante barbarie, antecedente que abrió el camino para las barbaries que Manasés vino a hacer en el templo unas décadas después.
Pastores, parémonos firmes para alzar nuestra voz con el objetivo de para que nuestras iglesias se enfoquen más en lo estético y no en lo que de verdad tiene que ser el centro, a saber, la Palabra de Dios, este es nuestro enfoque.

El primer paso lo debemos dar los Pastores para empezar a ser un cambio permanente en los miembros de nuestras iglesias y en la sociedad. El segundo paso los lideres de la iglesia que muchas veces son estorbo en lugar de apoyo para sus pastores y en tercer lugar para los cristianos en general que han abandonado el interés en escudriñar las escrituras y en su autoridad divina.

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