¿Es la visión de Dios o la suya?
Un enfasis en la visión de Dios
Mateo 9:35-10:8 marca un punto clave en el ministerio de Jesús. Hasta este punto, Jesús llevaba a cabo su ministerio mientras los discípulos observaban. Lea este pasaje y observe el proceso y estrategia que adoptó Jesús al cumplir su visión dada por Dios. Cristo nos deja algunos pasos para nosotros hoy en día.
I. Entre en CONTACTO CON LAS PERSONAS.
Es decir PÓNGASE ACTIVO EN EL SERVICIO E INICIE CON OBEDIENCIA. “Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas.” (9:35a) Jesús no se sentaba por el mar de Galilea esperando que las oportunidades ministeriales le vinieran. Él estaba afuera, hablando con la gente, interesándose en sus vidas. Él servía activamente a las personas donde ellas estuvieran. Debemos recordar que Dios normalmente comparte Su visión con aquellos que están obedeciendo en lo que ya saben hacer. Esto implica que una buena visión nace de la relación que tengamos con la gente y con su ambiente. La visión de nuestras vidas y ministerios no dependen de libros o de copias de otras visiones famosas. Una de las cosas importantes que debemos tener claro es que ninguna copia de modelos pueden ser adecuados a implementar en nuestros contextos. El problema de la mayoría de iglesias en nuestro contexto latinoamericano es que copiamos demasiado modas y metodologías totalmente extrañas a nuestra cultura. Lo que mayormente me preocupa hoy es que las iglesias de “éxito” son una copia de organizaciones gerenciales seculares y en su mayoría gerenciales americanas. Si usted quiere darle una visión a su congregación, equipo de trabajo o comité de ministerio, comience con motivarlos a que estén en contacto con la gente y con sus necesidades. Llámelos a un “recorrer las ciudades y aldeas”. Pero en segundo lugar…
Es decir PÓNGASE ACTIVO EN EL SERVICIO E INICIE CON OBEDIENCIA. “Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas.” (9:35a) Jesús no se sentaba por el mar de Galilea esperando que las oportunidades ministeriales le vinieran. Él estaba afuera, hablando con la gente, interesándose en sus vidas. Él servía activamente a las personas donde ellas estuvieran. Debemos recordar que Dios normalmente comparte Su visión con aquellos que están obedeciendo en lo que ya saben hacer. Esto implica que una buena visión nace de la relación que tengamos con la gente y con su ambiente. La visión de nuestras vidas y ministerios no dependen de libros o de copias de otras visiones famosas. Una de las cosas importantes que debemos tener claro es que ninguna copia de modelos pueden ser adecuados a implementar en nuestros contextos. El problema de la mayoría de iglesias en nuestro contexto latinoamericano es que copiamos demasiado modas y metodologías totalmente extrañas a nuestra cultura. Lo que mayormente me preocupa hoy es que las iglesias de “éxito” son una copia de organizaciones gerenciales seculares y en su mayoría gerenciales americanas. Si usted quiere darle una visión a su congregación, equipo de trabajo o comité de ministerio, comience con motivarlos a que estén en contacto con la gente y con sus necesidades. Llámelos a un “recorrer las ciudades y aldeas”. Pero en segundo lugar…
II. Entre en CONTACTO CON LA PALABRA.Es decir COMUNIQUE LA REVELACION QUE YA TIENE. “Enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del Reino.” (9:35) ¿Se ha dado cuenta que usted ya sabe el 95% de la voluntad de Dios? “¿Cómo?” tal vez se pregunte. Abra su Biblia. Dios revela el 95% de Su voluntad para nuestras vidas ahí, pero aun así, constantemente lo estamos hostigando por el otro 5%, como, quién va a ser nuestra pareja, qué carrera tendremos o cuál será nuestro futuro. Dios simplemente dice: obedece lo que ya conoces, y entonces yo te voy a mostrar más. Aquí quiero detenerme con relación a la forma en que declaramos nuestras visiones en la iglesia. Por un lado me he encontrado, que la visión se desprende del líder que comenzó la obra. Y en un alto porcentaje el asume o presume que fue Dios quien se lo dijo. Es por esa razón que podemos encontrar todo tipo de iglesias con visiones aquí y allá. Hace poco alguien me dijo que la iglesia a la que el asiste, el pastor recibió la visión de Dios, que le daría una iglesia en donde llegarían personas heridas y que el las iba a restaurar. Cuando me dijo esto, le pregunté ¿si en realidad esa era la visión de la iglesia que Dios dejó en su Palabra? Es obvio que se molestó, porque estaba cuestionando la “visión sobrenatural” que Dios les había dado. Por otro lado oigo siempre tocante a las visiones, términos como (incluso este mismo hermano) “Dios me ha dado la visión de levantar un ministerio grande de jóvenes, o un ministerio gigantesco de empresarios, o un seminario a nivel mundial donde se capaciten miles y miles de siervos de Dios”. ¿Por qué todos tiene visiones “grandes e inmensas para la gloria de Dios”? Porque los términos son miles y miles de personas, miles y miles de edificios, miles y miles de convertidos. ¿Es porque reflejamos la excelencia para Dios al pensar en grande? Lo que me temo, es que detrás de esa “grandeza” para Dios, existe un deseo de sobresalir, de ser famoso y por sobre todo de una realización exitista al estilo del mundo empresarial. Piensen ustedes por un momento ¿Cuál era la visión máxima de Jesús? ¿Un ministerio gigantesco? Sí y no. Gigantesco en cuanto al alcance del ser humano, pero humillante en cuanto a la forma. ¿Cuál era esa forma? La cruz! Ser muerto como un criminal. No creo que muchos miren hoy como la máxima visión que Dios les de, el hecho de que termine sin nada y como un miserable ladrón. Es más si ustedes miran el texto arriba mencionado, dice que predicaba en “la sinagoga de ellos”. ¿Es decir ni siquiera construyó un templo, no hizo ni una edificación? Es más note que le habían quitado su casa, porque el pasaje dice “la sinagoga de ellos”. Era de ellos, ni siquiera en su propia casa tenía cabida. Les voy a ser honesto, estoy cansado de oír a “grandes consiervos” decir que han sido llamados a “levantar grandes imperios” para la gloria del Señor. Casi no escucho visiones que tienen que ver con pequeñas congregaciones, fidelidad en la predicación, una visión a ser santo para la gloria de Dios, o una visión a ser el mejor siervo de la gente. ¿Será que ese tipo de visiones no las da Dios? Muchos quieren ser, los próximos salmistas y levantar un ministerio de adoración inmenso a nivel mundial, pero no he escuchado a nadie a que su visión sea ser el mejor ordenador de cables en la presentación del “mejor salmista”, o ser el mejor segundo asistente de sonido. No todo se dirige a que seamos “grandes”. ¿De donde rayos sacamos ese anhelo? ¿Y porque decimos que viene de Dios? La verdad es que no lo sé, pero estoy cansado de eso. ¿Por qué buscar visiones de Dios, cuando ya está revelada la visión de El en su Palabra? ¿Por qué inventarnos nuestras propias visiones, cuando ya está totalmente claro en lo que dejó escrito? No lo entiendo, y ruego que alguien me lo explique. Así que si el primer paso tiene que ver con la relación, el segundo tiene que ver con la revelación. Pero vea un tercer paso con relación a la visión de Jesús…
III. Entre en CONTACTO CON LAS PENAS HUMANASNo se despersonalice. Sea sensible a lo que le rodea con relación a la gente. Note que Jesús tiene una sola prioridad. Esta prioridad se divide en dos grandes dimensiones. Primero OBSERVE Y ENTIENDA LA REALIDAD DE LA CONDICIÓN HUMANA. “Y al ver las multitudes.” (9:36ª) Jesús estaba entre la gente observándoles. Él vio la expresión de dolor en sus rostros y la necesidad de alimento físico al venir a Él por sanidad. Jesús se detuvo lo suficiente para observar y entender la condición de ellos. La gente sufre, debemos ver esa realidad. No pensemos que estamos para ver lo bonito que se ven nuestros edificios. Una imagen que no me ha dejado en paz últimamente se desprende del libro de los Hechos capítulo 3 verso 1-2. Dice:” Y era traído un hombre cojo de nacimiento, a quien ponían cada día a la puerta del templo que se llama la Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban en el templo” Esta parte del templo era La: puerta situada al lado oriental del templo; posiblemente la entrada principal al edificio. No les parece contrastante con el término “La Hermosa” y el “tullido de la entrada”. Creo que esta figura describe lo que ocurre hoy en día con todos esos mega templos, siempre serán hermosos pero no podrán escapar de la realidad social que rodea a todas nuestras edificaciones. Siempre estarán allí para incomodarnos con nuestras lindas edificaciones. Es a esta realidad humana y dura a la que nos debemos, y no a lo que tenemos construido. Pero en segundo lugar PERMITA QUE DIOS LE DE CARGA POR UNA NECESIDAD ESPECÍFICA. “Tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.” (9:36b) El corazón de Jesús fue movido, El sintió pena por ellos y por la condición en la que se encontraban. Así es como comienza cada visión, con una carga. Usted ve que algo está mal, algo no se está haciendo que debería estarse haciendo. De esto nace una visión. Cuando un corazón es movido por una necesidad, ahí es cuando Dios imparte una visión, para salir al encuentro de una necesidad.
IV. En cuarto lugar ENTRE EN CONTACTO CON LA RESOLUCIÓN DE LOS PROBLEMAS.
Usted necesita ser parte de la solución y no sólo usted sino los que lo siguen. Así que BUSQUE EL DIAGNÓSTICO DIVINO: ¿CUÁL ES EL ASUNTO POR RESOLVER? “A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos.” (9:37)La primer propuesta entonces es establezca cuál es la necesidad principal y declárela para tenerla clara, diagnostique Jesús vio la necesidad: la gente necesitaba sanidad física, emocional, y espiritual. Y luego Él identificó el problema. No había la suficiente gente para llevarles el mensaje de esperanza y sanidad. Jesús mismo había estado haciendo el trabajo de sanidad hasta este punto, pero había más personas con necesidades de las que Él podía tocar. Su diagnóstico: Mucha cosecha, pocos trabajadores. Una segunda propuesta ya no tiene que ver con el recurso humano sino con el recurso espiritual. ORE PARA DETERMINAR QUE ACCIÓN PUEDE SUPLIR ESA NECESIDAD. “Rogad, pues al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.” (9:38) Así que ¿qué determinó Jesús que supliría esa necesidad? ¡Más trabajadores! Y oró pidiéndolos. Note que no oró por edificios más grandes o más dinero. Por lo único que oró fue para que Dios enviara más trabajadores. Una tercera solución o propuesta tiene que ver con la gente a la que usted puede motivar para que adquiera su visión y su carga. Así que ELIJA UN EQUIPO Y EMPODERELOS PARA COLABORAR. “Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad.” (10:1) Sin visión la gente perece, sin embargo hay otra verdad que debemos tener en cuenta, sin gente la visión perece. Jesús no podía tomar a cargo las necesidades de todas las personas. Ese era el problema. Él necesitaba más trabajadores que se unieran a Él para ayudarle a llevar a cabo Su visión. Así que formó un equipo y les impartió poder para ayudarle y finalmente TOME ACCIÓN INMEDIATA PARA EL CUMPLIMIENTO DE LA VISIÓN. “A estos doce envió Jesús.” (10:5) Jesús no dudó ni por un momento, Él escogió un equipo e inmediatamente los envió con instrucciones de cómo llevar a cabo Su trabajo. Él les imparte la visión y los equipa con las herramientas necesarias para cumplirla. Ellos se convierten en la respuesta a Su oración pidiendo más obreros.
Usted necesita ser parte de la solución y no sólo usted sino los que lo siguen. Así que BUSQUE EL DIAGNÓSTICO DIVINO: ¿CUÁL ES EL ASUNTO POR RESOLVER? “A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos.” (9:37)La primer propuesta entonces es establezca cuál es la necesidad principal y declárela para tenerla clara, diagnostique Jesús vio la necesidad: la gente necesitaba sanidad física, emocional, y espiritual. Y luego Él identificó el problema. No había la suficiente gente para llevarles el mensaje de esperanza y sanidad. Jesús mismo había estado haciendo el trabajo de sanidad hasta este punto, pero había más personas con necesidades de las que Él podía tocar. Su diagnóstico: Mucha cosecha, pocos trabajadores. Una segunda propuesta ya no tiene que ver con el recurso humano sino con el recurso espiritual. ORE PARA DETERMINAR QUE ACCIÓN PUEDE SUPLIR ESA NECESIDAD. “Rogad, pues al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.” (9:38) Así que ¿qué determinó Jesús que supliría esa necesidad? ¡Más trabajadores! Y oró pidiéndolos. Note que no oró por edificios más grandes o más dinero. Por lo único que oró fue para que Dios enviara más trabajadores. Una tercera solución o propuesta tiene que ver con la gente a la que usted puede motivar para que adquiera su visión y su carga. Así que ELIJA UN EQUIPO Y EMPODERELOS PARA COLABORAR. “Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad.” (10:1) Sin visión la gente perece, sin embargo hay otra verdad que debemos tener en cuenta, sin gente la visión perece. Jesús no podía tomar a cargo las necesidades de todas las personas. Ese era el problema. Él necesitaba más trabajadores que se unieran a Él para ayudarle a llevar a cabo Su visión. Así que formó un equipo y les impartió poder para ayudarle y finalmente TOME ACCIÓN INMEDIATA PARA EL CUMPLIMIENTO DE LA VISIÓN. “A estos doce envió Jesús.” (10:5) Jesús no dudó ni por un momento, Él escogió un equipo e inmediatamente los envió con instrucciones de cómo llevar a cabo Su trabajo. Él les imparte la visión y los equipa con las herramientas necesarias para cumplirla. Ellos se convierten en la respuesta a Su oración pidiendo más obreros.
¿QUÉ VOZ INSPIRA SU VISIÓN?
Conforme piensa en la visión que tal vez persigue, recuerde que Dios usa una variedad de “voces” para comunicarse con nosotros. Considere como Él lo ha motivado en el pasado. ¿Qué métodos ha usado?
1. La voz interna: ¿Viene su visión de metas en la vida, estatutos de su misión o deseos personales? Usted no logrará nada en lo que no crea. Pero tenga cuidado de imponerle sus deseos a Dios y mucho más cuidado de contradecir su propia visión con los principios escriturales ya revelados.
2. La voz del enojo: ¿Viene su visión de su disgusto por cierta injusticia o problema? ¿Se queja por la oscuridad o enciende un cerillo?
3. La voz del éxito: ¿Encuentra su visión de personas que ya han pasado por la misma situación? Encuentre a alguien que pueda ser un mentor para su vida.
4. La voz de lo alto: La única visión verdaderamente valiosa es dada por Dios, vista desde el pasado para guiar su presente y futuro. ¿Es usted una persona que ve la totalidad del cuadro completo o vive viendo a través del hoyo de una cerradura? Así que una vez que usted se ha apropiado de la visión, debe encontrar maneras de comunicarla a su gente. Pero cerciórese que no son sus propias motivaciones y ambiciones, sino lo que Dios quiere.